La primera consigna propia, original de los que estaban en la primera fila de la lucha cívica de abril 2018, no fue una de tipo económica, ni política, sino cultural, decía. “Eran estudiantes, no eran delincuentes”.
La consigna no era de agitación, como “pueblo únete”, tampoco fue reivindicativa del seguro social, no iba dirigida al corazón, ni se le pedía nada a Dios como la canción testimonial. La creación iba dirigida directamente a la cabeza, es una consigna de reclamo cultural, de sentido común, que exige razonamiento, y una explicación del por qué lo ha hecho, que además amerita una corrección.
La consigna arrincona a su contrincante, o lo uno o lo otro, esa disyuntiva no tiene salida. Esta consigna es un dilema para la policía a quien va dirigida. Recordemos que surge en un choque contra la represión. La consigna es una réplica, o mejor dicho un “contradilema”, implica que una premisa niega a la otra explícitamente. Los “libros andantes” querían saber, la policía el poder. Los estudiantes aspiraban a la certeza, a la policía le interesaba mantener el sin sentido en el poder.
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La Certeza
La certeza es lo que está a la vista, por eso la consigna parecía trivial, pero que va, demandaban dignificar a sus compañeros de clase, por eso el conflicto no es entre duda y certeza, el sujeto le permite plantear el conflicto ente certeza del conocimiento y dignidad de las personas.
Aquí en este momento es que el pueblo, el soberano interviene y el conflicto que era económico, por los asegurados, se convierte en cultural. Es la etapa en que nos encontramos, en una crisis político-cultural, juntos los términos, no separados como hacen los liberales y ahora los sandinistas para mantenerse en el poder.
Filosóficamente hay dos verdades y una sola realidad. Los policías con los sandinistas creen que están en una guerra, en un golpe de Estado, donde ellos usan armas y el otro bando no, por eso son crueles. Es verdad que la Policía de Estelí le dijo que esto se resolvía con una bala a la familia Valdivia, la misma consigna de los parapoliciales, “plomo”, los vergonzantes.
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Terminología
En términos filosófico la consigna de certeza y dignidad, “eran estudiantes, no eran delincuentes”, pertenece a la teoría del conocimiento, es como decir ¡te equivocas!, perdiste la razón, desmemoriado. Se hicieron los babosos, sin lógica, ya sin conocimiento no pueden distinguir un delincuente de un estudiante, los tiempos de paz y uno de guerra, se sienten enfermemos y están sanos, no ven con claridad la luz de las tinieblas. Abril no mató a su enemigo principal, le asaltó la razón, están descabezados.
La consigna sigue siendo validad, señala que el conflicto es entre saber y poder, entre certeza de conocimiento y dignidad de la personas.