Nicaragua enfrenta uno de sus momento más decisivos desde la represión del 2018. Mientras la dictadura juega a perpetuarse mediante elecciones amañadas, y algunos opositores caen en la trampa de legitimarlas, el movimiento democrático construye desde las bases la única alternativa real, LAS FUERZAS UNIDAS POR LA LIBERTAD, bajo el Liderazgo Conjunto.
LOS TRES BLOQUES QUE DEFINIRÁN EL FUTURO DE NICARAGUA
La Fragmentación Calculada.
La reciente creación de un nuevo partido político en el exilio, y la reactivación de un segundo partido, a quien la dictadura le quitó su personería jurídica, en pleno año preelectoral en Nicaragua, evidencia la profunda división estratégica que durante el exilio ha sufrido la oposición nicaragüense. Los dos partidos relanzados ayer, son de personajes que estaban unidos en Monteverde. Lejos de representar los anhelos de libertad de nuestro pueblo, representan sus propias agendas, ambiciones, formas de financiamientos y visiones de Nicaragua.
Son los mismos que nos condujeron al fracaso de Abril mediante un diálogo nacional cuando el pueblo tenía paralizado totalmente al régimen y lo que se necesitaba era mantener la gigantesca movilización popular de forma permanente hasta lograr la huida del Dictador. Son los mismos que piensan que la lucha por liberar Nicaragua es una serie de Netflix que pueden verla con palomitas de maíz y coca cola en la comodidad de un sofá.
Todos tenemos derechos políticos, todos tenemos derecho a organizarnos con fines políticos o no, de ahí que la crítica no es que se hayan organizado en Partidos, la crítica es el momento qué lo hacen y para qué lo hacen. No salen a presentar un plan de lucha para liberar Nicaragua que hoy está más cautiva que nunca, pero sí salen a hacer fila para gobernar. Que mal cálculo por no decir otra cosa. Estos lanzamientos favorecen más a la dictadura que al pueblo.
El pueblo quiere un cambio total , no quiere seguir cohabitando con sanguinarios , con insaciables criminales, en cambio la dictadura necesita encontrar opositores que jueguen a su gran circo, las elecciones del 2026. No es partidos políticos lo que se necesita en este momento oscuro de la nación, se necesita un gran movimiento popular unificado que sepa guiar, acompañar y luchar junto al pueblo para derrocar la dictadura y ver la luz de la libertad. No se va a elecciones para salir de una dictadura, se saca la dictadura para hacer elecciones libres y transparentes.
1: En primer lugar citamos la agenda de la dictadura orteguista, cuya base del poder son solamente las armas , en manos de un ejército partidario , una policía partidaria y paramilitares partidarios ahora llamados Policías voluntarios, con lo cual mantiene el control absoluto del Estado desde el 2007 que retornó al poder. Su Estrategia bien clara es mantenerse en el poder mediante represión y simulacros electorales. Basta con ver los datos históricos, en 2018, salió a masacrar a más de 500 ciudadanos por atreverse a protestar cívicamente.
En 2021: Encarceló a precandidatos presidenciales, quitó personerías jurídicas a varios partidos políticos. Y en el 2023 Canceló la personería jurídica a 3.144 ONGs que hoy suman más de 5000 ONGs. (Ley 1040). Ha buscado respaldo internacional de Rusia, China e Irán, pero sufre de un aislamiento internacional general del resto de países del mundo. Se proyecta que o continúa Ortega como candidato eterno, o propone a su chigüín Laureano Ortega para sucesor de la Dictadura procurando darle un rostro nuevo y menos cuestionado que le permita sortear y consolidar su proyecto familiar totalitario.
2. En segundo lugar tenemos a la OPOSICIÓN ELECTORALISTA, que algunos de ellos estuvieron activados en las protestas del 2018 , y que siempre han pretendido arreglarse con el Dictador para medirse en elecciones. Tienen como bases, algunos sectores del exilio, quizás algunas personas a nivel interno. Su estrategia hoy más que nunca está clara, “quieren participar en las elecciones del régimen aunque con sus bocas lo nieguen. Han perdido base territorial dentro de Nicaragua. Su Credibilidad está cuestionada por intentar legitimar procesos electorales, que lavarían la cara a la Dictadura. Agotaron su estrategia contra el régimen, y actuaron de forma errática sentándose a dialogar con el Tirano mientras la dictadura quemaba niños y asesinaba al pueblo.
Este bloque opera bajo la ilusión del gradualismo o aterrizaje suave, ignorando que, Ortega nunca ha permitido una elección competitiva y libre. Que el CSE es un apéndice ejecutor de los fraudes electorales de Ortega. Que Ortega secuestró el poder local del 100 % de los municipios (elecciones 2022), y que mantiene 75 diputados de 92 del parlamento. Es decir el poder absoluto y total.
3. En tercer lugar está el amplio movimiento popular que trabaja y lucha por el verdadero CAMBIO DEMOCRÁTICO. Aquí se ubica el Liderazgo Conjunto y caben también, otras organizaciones opositoras, dos o tres plataformas políticas, y la inmensa mayoría del pueblo. Este amplio Movimiento popular , tiene como base la Resistencia interna, movimientos sociales, un enjambre de organizaciones internas y parte mayoritaria del exilio político. Su estrategia es la Desobediencia civil, la rebelión popular, el levantamiento popular y la construcción del poder que derrocará la Dictadura Orteguista. Y crecen en sus estructuras internas. La firma del Acuerdo Patriótico y la creación del Liderazgo Conjunto en Septiembre 2025. La creación de las Fuerzas Unidas por la Libertad FUL, en noviembre del 2025, que es la estructura común para todos los nicaragüenses anti dictadura. Y en breves días se instalará y realizará la sesión informativa de la Primera Asamblea Nacional Patriótica.
Dentro de los fundamentos estratégicos de este amplio movimiento popular patriótico, está la lección histórica que los procesos electorales bajo dictadura solo legitiman al opresor. Que las transiciones democráticas exitosas combinaron siempre presión interna y externa. Que nuestra realidad política es que Ortega sepultó la razón y el dialogo, y solo cederá ante la fuerza incontrastable del pueblo organizado.
Y el pueblo nicaragüense ha hablado en altas voces con sus hechos. Mas del 80 % de los ciudadanos rechazan elecciones con Ortega, y esto explica las grandes abstenciones electorales recientes. Mas del 62% apoya una resistencia cívica, aunque la inmensa mayoría del pueblo no renuncia a su legítimo derecho a la defensa. Y existe un 0% de probabilidades que las elecciones sean libres y transparentes en manos del Dictador y su CSE.
Así que la verdadera disputa no será en las urnas viciadas del 2026, sino en las calles, donde inevitablemente chocarán las huestes de la dictadura con la fuerza organizada del pueblo. La solución al problema político de Nicaragua no vendrá por Elecciones ni Partidos sino por la capacidad de organización movilización y lucha del pueblo. El fin de la dictadura vendrá además por la combinación de la lucha interna contra la dictadura y el apoyo que desde el exterior se logre articular para las Fuerzas Unidas por la Libertad, liderado por el LIDERAZGO CONJUNTO. Aceleremos nuestro trabajo organizativo. Siendo inminente la caída de Maduro, debemos prepararnos organizativamente para la batalla final contra la dictadura Ortega Murillista. La historia juzgará a quienes, en este momento crucial, eligieron el atajo ilusorio de las elecciones orteguistas sobre el camino difícil pero auténtico de la construcción democrática mediante la rebelión popular organizada.
LA DEMOCRACIA SE CONSTRUYE, HAGAMOSLA!
🔴 Escrito por DR DANILO MARTINEZ
COORDINADOR GENERAL DEL MUD.
MIEMBRO DEL LIDERAZGO CONJUNTO.