Siete años después de aquel abril de 2018 que reveló la feroz y sanguinaria naturaleza de la dictadura orteguista, Nicaragua se encuentra ante una verdad irrefutable: solo el poder organizado del pueblo puede producir el quiebre institucional que nos devuelva la libertad.
El pueblo de Nicaragua, esta clarísimo que con elecciones amañadas solo permitiremos que se consolide la dictadura Orteguista. El pueblo ve con tristeza e indignación como políticos de viejo cuño, reorganizan sus partidos políticos , no para luchar junto al pueblo por expulsar la dictadura sandinista, pues no conocen la palabra Patria y Patriotismo, sino para lavarle la cara, lavarle sus crímenes de lesa humanidad, y cohabitar con el Tirano aunque aun esté fresca la sangre y la memoria de nuestros mártires de abril.
Esa es nuestra descarnada y cruda realidad, politicos de la vieja casta que solo piensan en la oportunidad de ofrecerse como instrumentos para un arreglo con el Dictador a cambio de unas monedas, un curul, un cargo o un hueso en el argot popular.
QUE EL PODER DETENGA AL PODER
Como sabiamente expresó Montesquieu: «Que el Poder detenga al Poder». Hoy, ante un régimen que ha convertido el Estado en maquinaria de opresión, esta máxima adquiere una urgencia vital.
La dictadura ha secuestrado todos los poderes del Estado – el Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial e incluso el Electoral -, corrompiendo y desnaturalizando lo poco que quedaba de Republica en nuestro país, transformando dichos poderes en herramientas de represión y control. Frente a esta realidad, solo queda un poder capaz de enfrentarlo: la fuerza ciudadana organizada.
No hablamos de Guerra. Un verdadero estadista no piensa en digregar al pueblo sino en unirlo a pesar y por encima de sus diferencias, sino que hablo de la resistencia cívica estructurada que, mediante la desobediencia civil masiva, la organización comunitaria y la movilización permanente, pueda quebrar los cimientos de la tiranía. Ahora bien, que no se engañen los dictadores, por mucha vocación pacifica, el pueblo de Nicaragua sabrá responder a la violencia política del narcoterrorista FSLN. La violencia de la dictadura será la que justifique la violencia del pueblo contra sus opresores.
Hoy el Universo se alinea y conspira contra la dictadura. Todo se va tornando a favor de la lucha del pueblo, pero siempre aparecen los fantasmas de apaciguadores, negociadores, dialogantes, entreguistas vende patria . Sin embargo, hay un pueblo decidido a ser libre, y la juventud nicaragüense es hoy la esperanza más firme de que los cambios políticos y sociales son indetenibles.
La Generación Z, que vivió en carne propia la represión de 2018, y la Generación Alfa, que pronto alcanzará la mayoría de edad, cargan sobre sus hombros la responsabilidad histórica de completar lo que adultos y jóvenes empezaron. Son ellos quienes, creativamente, y armados con nuevas herramientas de comunicación y organización, pueden liderar la resistencia del siglo XXI.
La Patria reclama la participación de su juventud, porque el futuro de la Patria pertenece a los jóvenes.
ANTES QUE FAMILIA TUVE PATRIA.
La unión de familias es la base que origina uno de los elementos del Estado que es su Población. Es tan indispensable su importancia que nuestra constitución política establece que es la base de nuestra sociedad. El conjunto de familias forma la Patria, pero sin Patria la familia no tiene futuro. Los verdugos se han encargado de perseguir y fragmentar nuestras familias. Por eso estas sabias palabras morazánicas, resuenan con fuerza hoy. Nuestras familias – esa célula fundamental de la sociedad – no podrán unirse y desarrollarse plenamente mientras la Patria esté cautiva. La libertad de Nicaragua es condición indispensable para la prosperidad de cada familia nicaragüense.
El camino es claro: debemos organizarnos en cada barrio, en cada comarca, en cada comunidad, en cada instituto y en cada universidad. Crear redes de solidaridad, estructuras de resistencia y mecanismos de defensa civil. La dictadura puede tener las armas, pero el pueblo tiene la fuerza de la razón, el número, la convicción y la unidad. Y sobre todo tiene una juventud valiente, audaz y decidida a cumplir su cita con la historia. Nicaragua debe liberarse con sus propias fuerzas y luchas.
Que las nuevas generaciones asuman este desafío con la certeza de que nuestros héroes los miran desde la profundidad de la historia. Su lucha no es solo por el presente, sino por el futuro de una Nicaragua donde la democracia sea algo más que una palabra vacía, donde la Democracia nos permita prosperar en paz y con justicia. Por esto el Liderazgo Conjunto tomó la decisión de crear las FUL, las Fuerzas Unidas por la Libertad, donde todo el pueblo sin distingos de ningún tipo, y sobre todo nuestra juventud, se organiza bajo una misma estructura, bajo un mismo nombre, bajo una sola dirección para avanzar con la urgencia de liberar la Patria de la ignominia en que la ha sumergido la izquierda cavernícola del narcoterrorista FSLN.
¡Que el poder del pueblo detenga al poder del tirano!
LA DEMOCRACIA SE CONSTRUYE, HAGÁMOSLA.
✅️Escrito por : Dr. Danilo Martínez
Coordinador General del MUD,
Miembro del Liderazgo Conjunto.