Tras haber sido puesta en evidencia la corrupción de miembros del Ejército nicaragüense en la frontera con Costa Rica, la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano ha sido objeto de un ataque verbal de parte del Ejercito Ortega Murillo, durante el fin de semana.
En días pasados un Tribunal de Conciencia, integrado por reconocidas juristas internacionales, determinó que el las instituciones del régimen, han utilizado la violencia sexual como crimen de lesa humanidad en contra de los adversarios del régimen Ortega-Murillo.
Ese mismo Tribunal estableció que existe una cadena de mando y no se trata de actos aislados, ya que los mismos responden a órdenes superiores. Ese Tribunal fue auspiciado por la Fundación Arias para la Paz.
La cúpula del Ejército Sandinista ha sido ya sancionada por el gobierno de los Estados Unidos, por la comisión de violaciones graves de derechos humanos en contra de la ciudadanía en ese país.
Las máximas autoridades del régimen Ortega-Murillo, al cual responde dicho Ejército, han sido sancionadas por el Gobierno de Estados Unidos, el de Canadá y por la Unión Europea.
La Fundación Arias para la Paz, durante sus más de 30 años de existencia, ha defendido y amparado a las poblaciones vulnerables de la región.
La Fundación ha redoblado el trabajo con organizaciones nicaragüenses objeto de persecución de la dictadura Ortega Murillo, dando soporte a defensores y defensoras de Derechos Humanos, así como de las organizaciones de la sociedad civil para que continúen su misión en el exilio.
Damos apoyo humanitario y legal a solicitantes de refugio que viendo en peligro su vida, huyen hacia Costa Rica. Damos apoyo jurídico y político a las ONG’s nicaragüenses, perseguidas por el régimen Ortega-Murillo. Facilitamos pruebas COVID a los nicaragüenses que se encuentran desamparados en las fronteras centroamericanas, tratando de regresar a su país, y cuyo gobierno les impide ese retorno.
Es por lo anterior, que no nos sorprende ni nos amedrenta el comunicado de odio emitido por los militares nicaragüenses el fin de semana. Ese ejército la emprende contra un estudio de nuestra Fundación que ratifica de forma técnica, la realidad que acontece en la frontera sur de Nicaragua y lo que ocurre en ese país.