La vida de una familia nicaragüense cambio totalmente luego de que su negocio fuese cerrado por órdenes del régimen de Daniel Ortega por no apoyar las actividades progobierno. Motivo por el que tuvieron que salir del país en busca de un mejor futuro, alejados del asedio policial al que se vieron sometidos.
Vilda Suid López Espinales y José Antonio Solís Campos. Dos nicaragüenses que por mas de 5 años lograron sacar a flote un centro distracción, o mejor conocido como bar. Ambos eran propietarios de uno de los puntos de referencia en el barrio Villa Reconciliación Norte en la capital de Nicaragua, Managua. El lugar era conocido como Vilop Bar, negocio que era el sostenimiento de ellos y sus hijas.
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Tras el estallido de la crisis socio política de Nicaragua, en 2018 diferentes negocios a nivel nacional se vieron gravemente afectados. El asedio y hostigamiento policial al que hasta el momento continúa siendo sometido el pueblo de Nicaragua por órdenes de régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo a través de su brazo represor. La sancionada policía sandinista.
Vilop Bar era un negocio bastante sostenible la afluencia de las personas en ese centro de distracción era alta. El negocio abría su puerta casi toda la semana completa en el que se ofrecía, licores, comida, frituras y tragos. Un lugar que contaba con todos sus documentos en reglas y avalado por las autoridades regulatorias de Nicaragua.
Solicitud de permiso es quitada
La solicitud para renovar este tipo de permisos que se debían de realizar año con año, se vio envuelto por temas políticos. Pues la institución sancionada por el tesoro de los Estados Unidos. Únicamente renovaba los permisos a personas que fuera a fines al régimen dictatorial de Daniel Ortega. Ideas que no compartían la familia Solís Espinales pues en uno de los operativos que la sancionada policía realizo en el barrio donde se encontraba ubicado el negocio. Su hija una menor de 7 años de edad presenció desde el portón de su casa como un agente de la policía asesinó de un disparo a uno de los jóvenes opositores. Al régimen de Daniel Ortega, lo que dejo secuelas de trastornos en la menor, según refiere Vilda López.
“A raíz de ese suceso que mi hija vio estuvo teniendo problemas para dormir, no podía ver a una persona vestida con el uniforme de la policía porque demostraba mucho miedo” dijo López.
El 8 de mayo de 2019 José Antonio y Vilda López se vieron en la forzosa necesidad de cerrar el negocio. Que había sustentado a su familia por 5 años. Debido al asedio y presión de la policía pues exigían que al meno uno de los dos participara en las actividades organizadas en apoyo al dictador Daniel Ortega. Estos se rehusaban fueron obligados a cerrar el negocio y perder los permisos de legalidad.