Un nuevo informe conjunto de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (WFP) de la ONU advierte que la inseguridad alimentaria aguda se está agravando en 16 focos de hambruna, lo que amenaza con llevar a millones de personas más a la hambruna o al riesgo de padecerla.
El tiempo se agota rápidamente para evitar la hambruna generalizada en las zonas más preocupantes. Los conflictos, las crisis económicas, las condiciones meteorológicas extremas y los graves déficits de financiación están agravando la situación. A pesar de la creciente urgencia de proporcionar ayuda vital a gran escala, la financiación es peligrosamente limitada.
El último informe Hunger Hotspots, que cubre el periodo comprendido entre noviembre de 2025 y mayo de 2026, concluye que en 14 de los 16 puntos críticos identificados, los conflictos y la violencia son los principales causantes del hambre.
El informe cita seis países y territorios de máxima preocupación – Haití, Malí, Palestina, Sudán del Sur, Sudán y Yemen – donde las poblaciones se enfrentan a un riesgo inminente de hambre catastrófica (IPC/CH Fase 5).
Seis países más – Afganistán, la República Democrática del Congo (RDC), Myanmar, Nigeria, Somalia y la República Árabe Siria – están clasificados como de «muy alta preocupación».
Los otros cuatro puntos críticos son Burkina Faso, Chad, Kenia y la situación de los refugiados rohingya en Bangladesh.
Los déficits de financiación impulsan las reducciones de ayuda
A medida que estos puntos críticos del hambre se acercan a condiciones catastróficas, o incluso a la hambruna, la financiación humanitaria se está quedando peligrosamente corta. A finales de octubre de 2025, sólo se habían recibido 10.500 millones de dólares de los 29.000 millones necesarios para ayudar a las personas en situación de mayor riesgo.
- La grave escasez está paralizando las respuestas de emergencia, obligando a recortar drásticamente las raciones y reduciendo el acceso a los alimentos de los grupos más vulnerables, con la asistencia alimentaria a los refugiados en un punto de ruptura.
- La cobertura de la asistencia ha disminuido en la mayoría de los focos de hambre. El PMA se ha visto obligado a endurecer los criterios de selección y a reducir la asistencia a refugiados y desplazados. Al mismo tiempo, en algunos países se han suspendido programas críticos de nutrición y alimentación escolar, dejando a los niños, los refugiados y las familias desplazadas en una situación de riesgo extremo.
- La FAO advierte de que la escasez de fondos también está socavando gravemente los esfuerzos para proteger los medios de subsistencia agrícolas, que son esenciales para estabilizar la producción de alimentos y prevenir crisis recurrentes. Sin financiación urgente, el apoyo vital a los medios de subsistencia -como semillas, servicios sanitarios para el ganado y medidas agrícolas anticipatorias- no llegará a las comunidades antes de que comiencen las temporadas de siembra o se produzcan nuevas crisis. Esto erosionará la resiliencia y aumentará el riesgo de futuras crisis.
- En todos los países con focos de hambre, la producción de alimentos y los ingresos de los hogares siguen siendo insuficientes para satisfacer las necesidades básicas. Los programas que aumentan la resiliencia son ahora cruciales para proteger los medios de subsistencia y reducir la dependencia de la ayuda de emergencia.
Prevenir la hambruna antes de que sea demasiado tarde
La FAO y WFP subrayan que la hambruna es casi siempre predecible y prevenible. Juntos, hacen un llamamiento a la comunidad internacional para que vuelva a centrar urgentemente la atención mundial en la prevención de las hambrunas y aumente las inversiones en seguridad alimentaria y resiliencia a largo plazo.
«Los sistemas de alerta temprana del mundo funcionan: esto es fundamental para una acción temprana», aseguró el Director General de la FAO, QU Dongyu. «Debemos pasar de reaccionar a las crisis, a prevenirlas. Invertir en medios de subsistencia, resiliencia y protección social antes de que el hambre llegue a su punto álgido salvará vidas y recursos». La paz es un prerrequisito para la seguridad alimentaria y el derecho a la alimentación es un derecho humano básico»
La FAO y WFP instan a los gobiernos, donantes y socios a prestar atención a las advertencias señaladas por el sistema de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) y el Cuadro Armonizado (CH), y actuar con urgencia antes de que las condiciones alcancen umbrales catastróficos. La acción anticipada -ayudar antes de que se produzca una crisis para que la población pueda resistir los embates del hambre- salva vidas y es mucho más rentable que una respuesta tardía a la crisis, mientras que las inversiones sostenidas en la creación de resiliencia son esenciales para proteger los medios de subsistencia rurales y evitar la escalada del hambre.
También subrayan la urgente necesidad de garantizar un acceso humanitario sin trabas en las zonas afectadas por conflictos, para que la ayuda alimentaria, nutricional y agrícola que salva vidas pueda llegar a quienes la necesitan.
«Estamos al borde de una catástrofe del hambre completamente evitable que amenaza con una hambruna generalizada en múltiples países», afirmó la Directora Ejecutiva del PMA, Cindy McCain. «Las madres se saltan comidas para que sus hijos puedan comer, y las familias agotan lo poco que les queda en su lucha por sobrevivir. Necesitamos urgentemente nuevos fondos y un acceso sin trabas. Si no actuamos ahora, sólo conseguiremos más inestabilidad, migraciones y conflictos».
La FAO y WFP subrayan que la hambruna se puede prevenir, pero sólo con voluntad política, liderazgo, financiación adecuada y responsabilidad colectiva. Millones de vidas dependen de una acción decisiva ahora.
El informe bianual Hunger Hotspots se elabora con el apoyo financiero de la Unión Europea a través de la Red Global Contra las Crisis Alimentarias (GNAFC).