A continuación una traducción y transcripción en español de algunos fragmentos de una conferencia de prensa del secretario de Estado de EE. UU. Marco Rubio:
SECRETARIO RUBIO:
Y entonces, cuando asumí el cargo de Secretario de Estado, les remito a las vistas que tuvimos en el Senado en enero sobre el papel que esperaba desempeñar. Creo firmemente que este presidente fue elegido, entre otras razones muy concretas, porque el pueblo estadounidense entendía que nuestra política exterior necesitaba una reorganización completa. Un reajuste porque el mundo ha cambiado drásticamente. Muchas de las instituciones, políticas y supuestos en los que se basaba nuestra política exterior se construyeron sobre un mundo que ya no existe, y eso nos obligó a reexaminarla.
Una de las suposiciones que creo que habíamos perdido durante este período de tiempo, y no pretendo convertir esto en una lección académica, pero quería ofrecerles una perspectiva más amplia, como destaqué en esa vista hace menos de un año, casi hace un año ahora, es que una de las suposiciones era la pérdida de la noción del interés nacional en nuestra política exterior. En esencia, la política exterior debe ser el interés nacional de Estados Unidos.
Ahora bien, eso no significa que no haya cuestiones y asuntos que nos preocupen en el mundo, pero en esencia, el principio fundamental del interés nacional, el principio fundamental sobre el que se basa nuestra política exterior, debe ser nuestro interés nacional. Por lo tanto, primero hay que definir qué es el interés nacional y luego hay que aplicarlo.
Lo definimos como que estamos a favor de políticas exteriores que hagan que Estados Unidos sea más seguro, más fuerte o más próspero, ojalá las tres cosas, pero al menos una de ellas. Y ello requiere establecer prioridades. Incluso el país más rico, poderoso e influyente de la Tierra tiene recursos limitados, tiene tiempo limitado y tiene que ser capaz de dedicar esos recursos y ese tiempo mediante un proceso de establecimiento de prioridades. Eso incluye el establecimiento de prioridades geográficas, también incluye el establecimiento de prioridades temáticas, y eso es lo que pretendemos hacer aquí.
Entonces hay que contar con los mecanismos de política exterior para llevarlo a cabo. En esencia, hay que tener un Departamento de Estado y un Consejo de Seguridad Nacional, así como todos los elementos de influencia y poder de la política exterior estadounidense para cumplir, identificar y luego cumplir con esas prioridades. Y eso es lo que hemos intentado hacer aquí, y creo que vamos por buen camino para lograrlo. Queda más trabajo por hacer. Hay cosas que mejoraremos. Pero, en términos generales, esa fue la génesis de la reorganización del Departamento, aplicando a menudo reformas que secretarios de Estado de ambos partidos, nombrados por presidentes de ambos partidos, llevaban mucho tiempo tratando de llevar a cabo.
Estamos muy orgullosos de que esto haya entrado en vigor y de seguir avanzando. Creo que, en general, hemos evitado grandes trastornos en nuestro funcionamiento, aunque cualquier transición conlleva algunos trastornos. Pero estamos muy satisfechos con la forma en que hemos potenciado nuestras oficinas regionales, lo que significa que nuestras embajadas y el personal que trabaja aquí para las regiones tienen ahora más poder e influencia sobre todos los elementos de nuestra política exterior, en particular sobre su aplicación táctica.
A la vez, una de las cosas que hemos analizado es la ayuda exterior. La ayuda exterior no es una actividad independiente del Gobierno de Estados Unidos. Es un elemento y una herramienta de nuestra política exterior, y debe utilizarse con el fin de promover los intereses nacionales. Eso no significa que no nos importen los derechos humanos. Eso no significa que no nos importen las hambrunas. Eso no significa que no nos importe el hambre. Eso no significa que no nos importe la necesidad humanitaria.
Sin embargo, lo que sí significa es que incluso la ayuda exterior, que no es caridad, sino una acción de los contribuyentes estadounidenses, las organizaciones benéficas estadounidenses son libres de donar su dinero a quien quieran, siempre y cuando no se trate de una entidad sancionada. Pero Estados Unidos y el dinero de los contribuyentes deben gastarse en la promoción de nuestra política exterior, deben gastarse en lugares y en cosas que promuevan nuestra política exterior, e incluso eso no es ilimitado. Tenemos una cantidad limitada de dinero que podemos dedicar a la ayuda exterior y la asistencia humanitaria, y ese dinero debe aplicarse de manera que promueva nuestros intereses nacionales, y eso es lo que hemos tratado de hacer también.
Y en ese empeño también hemos facultado a las oficinas regionales y a nuestras embajadas para que desempeñen un papel decisivo. De hecho, no solo son los encargados de implementar esto, sino que en muchos casos son ellos quienes sugieren y lideran la respuesta. Por lo tanto, integrar las herramientas de la ayuda exterior en el marco de nuestra política exterior más amplia ha supuesto una reforma importante y drástica.
A pesar de todo ello, seguimos participando en todo el mundo, incluso en conflictos que quizá no sean fundamentales para la vida cotidiana en Estados Unidos. Pero el Presidente ha convertido en una prioridad ser un pacificador, por lo que hemos actuado respecto a conflictos como el de Rusia y Ucrania, el de India y Pakistán, el de Tailandia y Camboya, que es un desafío continuo, o la tragedia que estamos viendo ahora en Sudán, o la posibilidad de nuevos conflictos en Sudán del Sur y su desintegración, quiero decir, o el de Armenia y Azerbaiyán. Siempre buscamos oportunidades, si es posible, para desempeñar el papel de mediadores que eviten la guerra o pongan fin a los conflictos. Y, obviamente, en muchos de estos casos se puede conseguir que las partes se sienten a la mesa y lleguen a un acuerdo, y luego está el proceso de implementación.
Y así hemos logrado avances en muchos de estos aspectos, especialmente en conseguir que acepten ciertas condiciones. Obviamente, se trata de un trabajo continuo para garantizar que se implementen y apliquen. Algunos de estos conflictos tienen raíces profundas que se remontan a muchos, muchos años atrás. Pero estamos preparados para participar y ayudar de formas que quizá otras naciones no puedan. Se nos considera indispensables en ese sentido, y es un papel del que el Presidente está muy orgulloso, la promoción de la paz en todo el mundo, y algo por lo que merece mucho reconocimiento. Él participa personalmente en todo esto.
Obviamente, el más importante fue la situación con Gaza, que, de nuevo, sigue en curso. Ahora hay un alto el fuego. Ya no hay guerra a la escala y el alcance que tenía antes, ni todas las demás cosas que estaban sucediendo. Pero, evidentemente, queda mucho trabajo por hacer. Seguimos en el proceso de intentar implementar la primera etapa y pasar a la segunda etapa y la tercera. Se trata de un proyecto a largo plazo, parte del cual se prolongará más allá de los cuatro años de esta Administración. Pero creo que también ha sido un logro muy importante.
PREGUNTA: (En español) Gracias, señor secretario. Dos puntos concretos en español. Bajo esta lógica hemisférica, ¿han considerado ampliar la presión más allá de Venezuela o Colombia a regímenes como los de Nicaragua o Cuba?. Y segundo, esta semana en el Congreso se denunciaba que México está mandando decenas de buques petroleros a Cuba con la preocupación de que eso financie a la dictadura. ¿Debería México reconsiderar esa política de asistencia al régimen cubano?
SECRETARIO RUBIO: (En español) Mira. La amenaza más importante que existe en la región es estos grupos terroristas criminales. Es la amenaza que enfrenta Colombia, la amenaza que enfrenta el hemisferio entero. Pero es la raíz de la violencia en Ecuador, en México, en todo Centroamérica, en todos estos países, es la amenaza más primordial de la región. Entonces tenemos gobiernos que cooperan en nuestros esfuerzos en contra de eso. Panamá, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, la República Dominicana. No dejo a nadie fuera, pero son muchos que cooperan.
Tenemos y seguimos teniendo muy buenas relaciones con los equipos de seguridad de Colombia.
Entiendo que el presidente, el presidente de Colombia, es una persona inusual, pero encima de eso tenemos al nivel institucional, tenemos muy buenas relaciones y con México el gobierno de México está haciendo más en este momento en el tema de seguridad que jamás en su historia. Queda mucho por hacer, pero tenemos cooperación en el tema de Venezuela no tenemos eso. Tenemos un régimen ilegítimo que no simplemente no coopera con Estados Unidos, sino coopera abiertamente con elementos criminales.
Por ejemplo, el ELN y las FARC operan abiertamente desde territorio venezolano. Entidades de narcotráfico operan abiertamente y con la cooperación del régimen de Maduro para mandar drogas como cocaína a Estados Unidos a través del Caribe, creyendo, creando una situación muy grave de seguridad en muchísimos países, incluso exclusivo Trinidad, República Dominicana, Dominicana, etcétera
Así que Estados Unidos lo que simplemente está buscando es la seguridad del hemisferio, que incluye, por ejemplo, Haití también, y nos hemos visto enfocados en eso. Obviamente, los esfuerzos en contra de los barcos narcotraficantes saliendo de Venezuela han recibido mucha atención. Lo que no se habla lo suficiente, lo que estamos haciendo también en el Mar Pacífico, donde hay esfuerzos andando también. La diferencia es que ahí tenemos la cooperación de gobiernos amigos, lo que no se está hablando y lo que estamos haciendo juntos con los mexicanos, lo que no se está hablando, lo que estamos haciendo para crear una fuerza de estabilidad antipandillas dentro de Haití. Lo que no se está hablando es toda la cooperación que existe con todos estos gobiernos para llevar a cabo esta guerra en contra de estos elementos terroristas criminales que operan abiertamente dentro de nuestra región y que amenazan los estados de esta región.
La buena noticia es que este nuevo año nos va a traer más gobiernos en el hemisferio que están dispuestos a cooperar en países como Bolivia. En Chile, obviamente ya tenemos grandes amistades en lugares como Paraguay y Argentina. En fin, la reelección del presidente en Ecuador. La cooperación que existe en muchos países y esperamos poder ampliar esas relaciones con otros países también.
Así que el esfuerzo se trata de eso y en eso estamos enfocados y obviamente tenemos que determinar cuáles son las fuentes de inseguridad en la región. Y esa fuente es la razón por la cual Venezuela ha recibido tanta atención. Es porque Venezuela es un país que no simplemente es un régimen ilegítimo, que no simplemente no coopera con nosotros, sino abiertamente coopera con elementos criminales y terroristas, incluyendo Hezbolá, Irán y otros. Y obviamente estos grupos narco operan abiertamente desde ahí.
La pregunta que yo me hago, y que quizá muchos de ustedes también se hagan, es que, en lo que respecta al Hemisferio Occidental, la amenaza más grave para Estados Unidos proviene de los grupos delictivos terroristas transnacionales, dedicados principalmente al narcotráfico, pero que también se dedican a todo tipo de actividades ilícitas.
Por lo tanto, la buena noticia es que contamos con muchos países de la región que cooperan abiertamente y trabajan con nosotros para hacer frente a estos desafíos. México, su nivel de cooperación con nosotros es el más alto de su historia. En toda América Central, en su mayor parte, excepto quizá Nicaragua y, en cierta medida, Honduras, hemos contado con una gran cooperación por parte de Ecuador, El Salvador y, bueno, Ecuador está en Sudamérica, pero en la costa del Pacífico, donde también estamos llevando a cabo iniciativas. Guatemala, Costa Rica, Panamá, todas estas son naciones que cooperan abiertamente con nosotros por la estabilidad de la región.
Nos trasladamos a la cuenca del Caribe, a Trinidad, Guyana, Jamaica, República Dominicana, países que cooperan abiertamente con nosotros; incluso Colombia, a pesar de su insólito presidente, cuenta con instituciones en ese país que colaboran muy estrechamente con nosotros, y esos vínculos siguen sin obstáculos y sin verse afectados. Por lo tanto, todo esto es muy positivo.
Hay un lugar que no coopera, y es el régimen ilegítimo de Venezuela. No solo no cooperan con nosotros, sino que cooperan abiertamente con elementos terroristas y delictivos. Por ejemplo, invitan a Hezbolá e Irán a operar desde su territorio. Pero también permiten que el ELN y los disidentes de las FARC no solo operen desde dentro del territorio venezolano, sino que controlen el territorio venezolano sin trabas ni impedimentos. Además, sabemos que están confabulados con organizaciones de narcotraficantes. No es que no lo hagan, no es solo que no colaboren con nosotros contra estas organizaciones, ¿de acuerdo? Es que cooperan abiertamente con ellos y les permiten operar. Así que estos tipos entran y salen, hacen lo que quieren desde territorio venezolano, y eso es un desafío.
Y por eso ha recibido tanta atención. Pero les insto a que no se centren solo en eso, sino también en todas las demás cosas que estamos haciendo en la región, como, por ejemplo, crear esta fuerza de represión de las pandillas en Haití, para la que buscábamos 5.500 efectivos. Ya contamos con compromisos de hasta 7.500 efectivos de diversos países. Hemos visto cómo los donantes se han movilizado para financiar esa iniciativa. Se trata de una iniciativa muy importante. Todo está relacionado coherentemente.
Pero el objetivo aquí es llevar la seguridad y la estabilidad al hemisferio, a la región, a la región en la que vivimos, que no ha recibido suficiente atención. Aportar los elementos del poder estadounidense para lograrlo, hacerlo en colaboración con tantos países como estén dispuestos a trabajar con nosotros en ese sentido: ese es el objetivo aquí, y es integral e implica más de un solo lugar. Lo que distingue a Venezuela es que el régimen allí coopera realmente con los terroristas.
PREGUNTA: Respecto al hemisferio, usted recientemente, la Casa Blanca recientemente, posicionó la Estrategia de Seguridad Nacional, esencialmente redirigida hacia el Hemisferio Occidental.
PREGUNTA: Pero, ¿cómo va esa estrategia a dictar su relación con otras potencias del hemisferio tales como Canadá y México?
SECRETARIO RUBIO: No, quiero decir, queremos asociarnos con tantas personas como sea posible, ya que ellos se enfrentan a las mismas amenazas que nosotros. Quiero decir, son alcaldes mexicanos los que están siendo asesinados en plazas públicas. Son periodistas mexicanos los que están siendo asesinados. Son partes de México e instituciones mexicanas las que, en algunos casos, se ven comprometidas, normalmente por amenazas de estos elementos. Ellos lo reconocen, y por eso se están asociando con nosotros. Por supuesto, queremos trabajar con otros gobiernos de la región para hacer frente a este desafío y, en la mayoría de los casos, contamos con espacios para la cooperación. Ahora bien, no los tenemos con Nicaragua ni con Cuba, pero, obviamente, tampoco los hemos tenido históricamente con Bolivia. Esperamos y confiamos en que eso cambie. Y, desde luego, no los tenemos con el régimen de Venezuela, que no solo no coopera con nosotros, sino que coopera abiertamente con elementos del narcotráfico que utilizan Venezuela como punto de transbordo.
PREGUNTA: (En español) Sr. Rubio en español, si me permite. ¿El presidente Trump ha llamado al presidente Gustavo Petro “drug leader” y ha usado, digamos, términos, eh…
SECRETARIO RUBIO: (En español) Bueno, él también ha dicho cosas de nosotros.
PREGUNTA: (En español) Totalmente, totalmente. Claro. Secretario Rubio, ¿hay alguna prueba o por qué esta administración llama a Gustavo Petro…quisiera saber por qué esta Administración llama Gustavo Petro, líder del narcotráfico. Y por último, Secretario, si usted considera…eventualmente, ante la invitación que hace Gustavo Petro ahora al presidente Trump o a usted, ir a Colombia y conversar con Gustavo Petro. Gracias.
SECRETARIO RUBIO: (En español) Nosotros conversamos con cualquiera. Desafortunadamente es una persona.. que no es muy estable en sus pronunciamientos, pero no vamos a permitir que la actuación de un presidente, que al fin su término termina pronto, vaya a dañar la relación que existe entre Estados Unidos y Colombia. Una relación muy cerca. Una relación que se ha establecido a través de los últimos 50 años. Una relación importante comercial, diplomática, militar y de seguridad. Uno de los grandes socios y aliados que tenemos en la región y lo que queremos, no vamos a permitir que cualquier tipo de problema que existan con un individuo vayan a hacerle daño a esta relación tan importante. Esperemos que en el futuro exista la oportunidad de tener más cooperación a los niveles más altos del gobierno colombiano, pero no vamos tampoco a dañar o no queremos dañar a todas las relaciones que tenemos y los enlaces que tenemos, incluso con individuos en el cuerpo legislativo y también con oficiales electos a nivel local, eh, muchísimos alcaldes y diferentes de diferentes lugares dentro de Colombia, que también tienen muy buena relación con Estados Unidos y la amplia y estrecha relación que existe entre nuestros pueblos también.
PREGUNTA: Gracias. Sr. Secretario. ¿Tiene Estados Unidos el objetivo de destituir a Maduro del poder? ¿Espera usted algún cambio de régimen en 2026?
SECRETARIO RUBIO: . Mire, nuestro objetivo es la estabilidad y la seguridad regionales en interés nacional de los Estados Unidos. El interés nacional de Estados Unidos, concretamente en lo que respecta a Venezuela, es el siguiente.
Tenemos un régimen ilegítimo que coopera con Irán, que coopera con Hezbolá, que coopera con organizaciones narcotraficantes y narcoterroristas, no solo protegiendo sus envíos y permitiéndoles operar con impunidad, sino también permitiendo que algunas de ellas controlen territorio, el ELN y las FARC-D. ¿De acuerdo? El ELN y los disidentes de las FARC operan abiertamente. Tienen campamentos abiertos y controlan territorio dentro de Venezuela. Ese es nuestro interés nacional y en eso nos centramos, en eso se ha centrado el Presidente y eso es lo que estamos llevando a cabo. Y en eso nos hemos centrado todo el tiempo porque esa es la amenaza para el interés nacional de Estados Unidos.
Ahora bien, ¿consideramos legítimo a Maduro? No. Y, por cierto, cuando digo estas cosas sobre Maduro y su papel en el narcotráfico, no es…escucho sus informes: lo dice Marco Rubio. No es que yo lo diga. Un gran jurado en Nueva York, en el Distrito Sur de Nueva York… Bueno, un gran jurado en el Distrito Sur de Nueva York recibió pruebas y presentó una acusación, no solo contra Maduro, por cierto, sino contra varias personas de su Gobierno, por narcotráfico. Un grupo. Sus sobrinos o los sobrinos de su esposa fueron acusados y condenados en Estados Unidos por narcotráfico.
Así era hasta que el presidente Trump empezó a tomar medidas contra estos vínculos con el narcotráfico. Nadie cuestionaba que Maduro y su régimen estaban confabulados con los narcotraficantes, por no mencionar el hecho de que desencadenaron a las pandillas del Tren de Aragua en Estados Unidos. Han desencadenado una migración masiva, quizá la mayor de la historia. Ocho millones de personas han abandonado Venezuela desde 2014, lo que también ha desestabilizado a todos los países de la región que han tenido que acoger a personas que huyen de este régimen ilegítimo. Pero nadie cuestionaba los vínculos con el narcotráfico. Por eso, nuestro… eso es en lo que se ha centrado el Presidente y ese es el problema. Y ese es el problema en Venezuela.
(En espanol)
En el caso de Venezuela es muy simple. Es un régimen ilegítimo que coopera abiertamente con Irán, con Hezbolá y con grupos narcotraficantes, incluso la ELN y las FARC, que operan abiertamente dentro del territorio venezolano, encima de lo demás. Entonces, la amenaza que enfrenta a los Estados Unidos es eso, que tenemos un régimen ilegítimo que coopera abiertamente con elementos terroristas y por eso consideramos el régimen de Maduro un régimen terrorista. Cooperan abiertamente con elementos terroristas que amenazan la seguridad de Estados Unidos. Punto. Ese es nuestro interés. Y en eso estamos enfocados.
PREGUNTA: (En español) Sr. Secretario, usted acaba de decir que no espera o que no es la intención de Estados Unidos que las diferencias con el presidente Gustavo Petro generen afectaciones para, para la relación con Colombia, pero la verdad es que sí las han generado. Colombia fue descertificada. El presidente Donald Trump ordenó suspensión de recursos de cooperación para nuestro país y ya se están viendo consecuencias en materia de seguridad en Colombia. Nada más anoche asesinaron a seis soldados colombianos, el ELN en un atentado terrorista y la gran pregunta en Colombia hoy es qué va a pasar el próximo año si Colombia elige un presidente de izquierda, si las relaciones de Estados Unidos, las buenas relaciones con Colombia y el respaldo de Estados Unidos va a depender de que el pueblo colombiano elija un presidente que sea visto con buenos ojos por parte de esta Administración.
SECRETARIO RUBIO: (En español). Pero es que esto no se trata de izquierda ni derecha, esto se trata de una persona que simplemente no coopera con nosotros en estos esfuerzos. De eso se trata. Al final del día, el pueblo colombiano va a escoger el próximo presidente. Es una democracia, tienen elecciones. Esperemos que se cumplan todos los requisitos. Tienen una larga historia de cumplir los requisitos democráticos. Aquí no estamos diciendo que Petro no fue electo democráticamente, aquí nadie dice que no fue así. Pero en fin, esto no se trata de izquierda ni derecha, se trata de tener en el poder un presidente que coopera con nosotros. Obviamente, sin duda, la postura que ha tomado en contra de Estados Unidos ha afectado a nuestra relación. No hay duda de eso. Ninguna. Estamos tratando de limitar eso lo más posible, pero también tenemos intereses que tenemos que proteger y tampoco podemos pretender. Cuando tienes un presidente diciéndole a los elementos de seguridad que no cooperen con Estados Unidos, eso no lo podemos ignorar. Pero por otra parte, entendemos que tenemos dentro del sistema colombiano, incluso al nivel legislativo, en el Congreso, en el Senado, también alcaldes y otros líderes políticos de ese país que si quieren buenas relaciones con Estados Unidos e incluso líderes que no son de derecha, que son de izquierda, pero que entienden la importancia de esa relación. Pero esto no se trata de ni izquierda ni derecha. Se trata de que si va a cooperar con Estados Unidos o no, tenemos una larga historia de cooperar con Colombia, que fue un ejemplo y un modelo para la región y ahora tenemos algo un poco menos, que es lamentable. Ojalá que eso cambie.
PREGUNTA: (En español). Secretario Rubio, usted lleva años denunciando el régimen de Nicolás Maduro y estuvo hace poco en una conversación telefónica donde hablaron el presidente Trump y Nicolás Maduro. ¿Quisiera preguntarle cómo sintió a Nicolás Maduro en esa conversación, usted que lo conoce desde hace años? Pues… su comportamiento, si siente que está acorralado, como reportan los medios. ¿Si está abierto a irse a otro país a cambio de un indulto, si ustedes estarían pensando en reunirse con él, cómo fue esa conversación?, ¿Qué nos puede contar del efecto que está teniendo sobre la prensa?
SECRETARIO RUBIO: (En español). Yo no voy a comentar sobre ninguna conversación del presidente Trump con cualquiera del mundo y si existió o no existió. Yo no voy a comentar sobre eso. Voy a repetir lo que he dicho ya. Esto se trata de algo muy simple, y es, esto se trata de los intereses nacionales de Estados Unidos, que hay una amenaza regional que existe y en el caso de Venezuela no tenemos cooperación. Para empezar, que es un régimen ilegítimo. Segundo, que es un régimen que no coopera, es antiamericano en todos sus pronunciamientos y actuaciones. Y tercero, es un régimen que no solamente no coopera con nosotros, sino abiertamente coopera con elementos peligrosos, terroristas y criminales. Incluso ellos mismos lo son. Entonces es difícil llegar a un acuerdo con terroristas que están abiertamente cooperando con estos elementos peligrosos que amenazan la seguridad de Estados Unidos. Encima de eso, no voy a especular más.
PREGUNTA: (En español). ¿Pero va a haber guerra, Secretario? porque allí en Colombia, todo el mundo se está levantando en Venezuela con la posibilidad de que haya una guerra entre Estados Unidos y Colombia.
SECRETARIO RUBIO: (En español). Estamos protegiendo el interés nacional de Estados Unidos. Yo creo que. En fin, ese es nuestro derecho. Y también le diré que en Colombia lo que debe haber mucha preocupación, que ha habido un ataque el día antes de ayer o fue ayer de ELN o las FARC, creo que fue ELN y desde donde operan ellos abiertamente de territorio venezolano, abiertamente, como si fueran un país soberano operando abiertamente dentro del territorio venezolano.
PREGUNTA: Muchas gracias, Sr. Secretario. Una pregunta sobre la conversación entre el presidente Trump y Maduro, porque al día siguiente de la conversación, el Presidente dijo que se reuniría con ese señor muy pronto. ¿Se sigue considerando esa posibilidad? ¿El Presidente sigue considerándola? ¿Sigue habiendo posibilidades para la diplomacia en Venezuela? Y también, ¿qué papel cree que podría desempeñar Brasil? Porque hace solo unas semanas, el presidente Lula habló con el presidente Trump y Nicolás Maduro, y se ofreció a ayudar a mediar.
SECRETARIO RUBIO: Entonces, ¿quiere saber,qué va a pasar a continuación en ese sentido? No tengo motivos para mostrarme escéptico u optimista al respecto. Simplemente no voy a comentar las opciones que tiene el Presidente a su disposición, entre las que se incluyen opciones diplomáticas.
PREGUNTA: ¿Y que hay de la conversación con Lula? (Inaudible).
SECRETARIO RUBIO: Quiero decir, creo que nos dijo lo mismo que ha dicho públicamente, es decir, que está dispuesto a desempeñar un papel positivo en ese sentido. El Presidente ha mantenido dos conversaciones telefónicas y una reunión con el presidente Lula. Creo que hemos avanzado en algunas cuestiones, entre ellas el comercio. Queda más trabajo por hacer. Los dos presidentes se llevaron bien. Creemos que eso fue importante en lo que respecta a esas conversaciones. He hablado con Mauro, su ministro de Exteriores, Vieira, incluso a principios de esta semana. Tenemos muchos temas en común con Brasil en los que nos gustaría colaborar y establecer vínculos sólidos. Al ser de Florida, por ejemplo, sé lo importante que ha sido Brasil para nosotros como socio. Hemos tenido algunos desacuerdos en un par de cosas a lo largo de los años. Pero creo que esa relación va por buen camino, aunque en lo que respecta a su papel en Venezuela, hoy no puedo darles ninguna información concreta.
PREGUNTA: Gracias, Sr. Secretario. Respecto a Venezuela, ¿Qué está dispuesto Estados Unidos a hacer si Maduro es sacado del poder, para asegurar que el país no cae en mayor inestabilidad en lo que sería un vacío de poder?
SECRETARIO RUBIO: Ya, pues no tengo ningún anuncio que hacer sobre eso ahora mismo.
PREGUNTA: ¿Y ve usted a María Corina Machado y a Edmundo González como los posibles sucesores del poder en Venezuela?
SECRETARIO RUBIO: Bueno, no creemos… Maduro no es, hemos sido bastante claros. No lo reconocimos como presidente legítimo; la Administración anterior tampoco lo hizo. La primera Administración Trump tampoco lo hizo. No es el presidente legítimamente elegido. El año pasado hubo unas elecciones que fueron robadas, y todo el mundo lo sabe. Incluso todos los países de la región lo saben. Y por eso… pero yo… realmente no tengo nada que añadir a lo que he dicho hoy con respecto a Venezuela.
PREGUNTA: (En español). Secretario, gracias por su tiempo y por atendernos. Sé que esta es como la décima pregunta de Venezuela, pero quiero, eh…que.. quedar claro con varias cosas. Primero, usted…, puede hacer una referencia al comentario que hizo el presidente Trump a “Político” cuando dijo “Los días de Maduro están contados” ¿Eso se refiere a días, semanas, meses..?. ¿Esperamos un 2026 sin Nicolás Maduro? y me gustaría también que se refiriera a la orden de escoltar esos buques petroleros que acaba de dar Maduro a su armada. Esos buques sancionados que ustedes están incautando, algunos de ellos ya fueron escoltados, no estaban en la lista de sancionados, pero, ¿qué pasaría si eso fuera con un buque sancionado?¿Y por último, Maduro ¿le ha pedido al ejército colombiano que se una como un solo ejército en medio de su desespero por responder a este cerco?
SECRETARIO RUBIO: (En español). Son tres preguntas. En el tercero nosotros no vemos eso como algo serio en términos de involucrar las Fuerzas Armadas de Colombia. En términos de los buques, como bien han dicho, creo que salieron cuatro buques ayer, que ninguno de los cuatro eran sancionados. Y no, no, no existe nada que vaya a impedir nuestra habilidad de poder enforzar las leyes de Estados Unidos en términos de los buques que son sancionados. Y en la primera pregunta yo no voy a especular sobre ello. Tendrá que preguntarle a la Casa Blanca el comentario del Presidente, simplemente para decirle que sin duda pensamos que el régimen de Maduro es ilegítimo y que su cooperación con estos grupos terroristas en nuestra región, incluso sus propias actividades terroristas son una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos.
PREGUNTA: (En español). Habló con María Corina Machado. ¿Tiene pensado recibirla en Washington?
SECRETARIO RUBIO: (En español). No, no hay nada programado. Yo creo que ella todavía está en Oslo. Pero obviamente yo he hablado con ella mucho en el pasado.
PREGUNTA: Gracias, señor, por dedicarnos tanto tiempo hoy. ¿Cuántos visados ha revocado el Departamento de Estado bajo su liderazgo en el último año y cuántos de ellos son visados de estudiante?
SECRETARIO RUBIO: ¿Tengo esa cifra aquí? He olvidado la cifra exacta y el desglose. Son más de 60.000 o 70.000 por diferentes motivos. Algunos son estudiantes, otros son personas que no se encontraban en el país y a las que les hemos denegado el reingreso. Puedo facilitarle las cifras exactas. No quiero que se me cite erróneamente, porque se trata de una cifra variable, una cifra promedio.
Pero miren, esto no es una medida punitiva con la que pretendemos sentar un precedente. Nuestro sistema de visados, es decir, a quién se permite visitar el país, debe reflejar el interés nacional. Lo hemos dicho desde el principio. Fue una de las directrices que recibimos del Presidente. Es una de las cosas por las que se presentó a las elecciones. Así que nuestro proceso de visados básicamente consiste en que, en algunas ocasiones, denegamos visados a personas debido a actividades que han realizado en el extranjero. Otras veces se trata de personas que tienen visado, pero que están en Estados Unidos haciendo cosas que van en contra de nuestros intereses nacionales.
Y la ley nos da el derecho, y, de hecho, yo diría que la obligación de expulsar a personas así de nuestro país. Y vamos a seguir haciéndolo. Quiero decir, es tan sencillo como eso. A veces alguien llega y dice: “Quiero entrar como estudiante”; están aquí como estudiantes, y una vez aquí se involucran en actividades delictivas y entonces los vamos a expulsar del país. Pero tal vez estén aquí como investigadores. Quizá están aquí como… No quiero decir periodistas porque ustedes se enfadarían, pero podría ser cualquier cosa. Son visitantes del país. Un visado es para visitantes. No es un derecho.
Por cierto, todos los días denegamos visados en todo el mundo. Las personas acuden a una embajada, se sientan para una entrevista y el funcionario consular les deniega el visado por algo que aparece en su expediente, por algo que surge en la entrevista, sea lo que sea. Así que si se tiene el poder de denegar un visado a alguien antes de que lo obtenga, sin duda se tiene el poder de revocarlo una vez obtenido cuando este hace algo que no debería hacer.
Así que hay varias razones por las que se deniegan los visados, pero todas ellas tienen que ver con que afectan de alguna manera a nuestros intereses nacionales o a nuestra seguridad nacional.
PREGUNTA: Gracias, Sr. Secretario. Gracias por dedicarnos su tiempo hoy aquí. Hay un tema que creo que le interesa mucho: Cuba. ¿Es política de Estados Unidos buscar un cambio de régimen en La Habana? Estoy seguro de que ha visto los acontecimientos que están teniendo lugar ahora mismo en Venezuela, que… ¿la política de Estados Unidos, como parte de un esfuerzo por derrocar al gobierno comunista?
SECRETARIO RUBIO: Si…
PREGUNTA: ¿Continúa afirmando como antes este año que nadie ha muerto debido a los recortes a USAID?
SECRETARIO RUBIO: En cuanto a su primer punto, creo que no se trata solo de la política de esta Administración. Creo que a todas las administraciones les encantaría ver una situación diferente en Cuba. Cuba es un desastre. Es un desastre. No es solo porque sean marxistas y porque sean terroristas. Son incompetentes. Son personas incompetentes y han destruido ese país.
En cuanto al segundo punto, estoy muy orgulloso de los cambios que hemos introducido en la ayuda exterior. Ayer mismo, el día anterior, vamos a tener, creo que antes de que termine este año, más de 50 acuerdos; acuerdos en materia de salud, con diferentes países de todo el mundo. Entiendan cómo funcionaba esto antes. Solíamos ir a un país y decirle que le íbamos a dar una gran cantidad de dinero para sus programas de salud. Y luego salíamos y contratábamos a alguna ONG del norte de Virginia o donde sea. Se quedaban con un 60 por ciento para gastos administrativos. Se quedaban con otro 20 por ciento y, antes de que nos diéramos cuenta, solo una parte de ese dinero llegaba a esos países.
En muchos casos, muchos de esos países… Es cierto. He oído a alguien susurrar que no es cierto. Es cierto. En muchos de esos países, en muchos de esos países, los gobiernos ni siquiera sabían cuánto dinero se estaba gastando. Ahora estamos firmando acuerdos entre gobiernos con esos gobiernos. Y los acuerdos son los siguientes: no solo se les proporciona ayuda, sino que se les ofrece un plan para desarrollar su propia autosuficiencia y sus propias capacidades internas, de modo que, a largo plazo, estos países necesiten menos ayuda porque entonces pueden valerse por sí mismos. Algunos países pueden tardar cinco años; otros pueden tardar más. Pero estamos muy orgullosos de ello y los países están muy entusiasmados al respecto.
También estoy muy entusiasmado con la ayuda humanitaria. Es interesante, nadie, ustedes no prestaron mucha atención a esto, pero sucedió. En Jamaica, que fue azotada por este huracán, y todo el mundo… Vi algunos artículos que decían: “Oh, esto va a ser un desastre”. La respuesta humanitaria de Estados Unidos no va a ser buena. Fue excelente, quizá una de las mejores respuestas humanitarias que se recuerdan en los últimos tiempos en términos de lo que pudimos aportar muy rápidamente para ayudarles, liderada por nuestra embajada, pero también por la región. Y, por cierto, también fue muy útil que tuviéramos muchos recursos militares en la región que pudieron ayudar en eso también. Recientemente tuvimos un evento en Sri Lanka. Una vez más, pudimos proporcionar muy rápidamente la ayuda que necesitaban.
Así que estamos muy… ahora mismo, hay… todavía se está trabajando. Todavía lo estamos desarrollando. Pero creo que, en general y a largo plazo, cuando la gente mire atrás, dirá que hemos reformado la ayuda exterior de una manera que realmente ha permitido prestar ayuda de forma más eficaz y que ha promovido nuestros intereses nacionales, ambos, y que gran parte de ello se ha impulsado desde las embajadas. El control, el poder y la influencia que ahora tendrán nuestros embajadores y nuestras embajadas para ayudar a configurar cómo se ve la ayuda exterior en esos países individuales es mucho mayor hoy en día que cuando USAID estaba a su lado casi como una… bueno, como una rama independiente que a menudo tomaba medidas completamente ajenas, completamente separadas de nuestra política exterior más amplia.
Para ver el texto original, ir a: https://www.state.gov/