“Sabíamos que los sandinistas eran capaces de cualquier atrocidad, pero lo que hicieron en La Penca superó cualquier cálculo de terror”, dice hoy un veterano exguerrillero de la antigua Alianza Revolucionaria Democrática, ARDE, el brazo armado del otrora “comandante Cero”, Edén Pastora.

Jubilado de la política y alejado de la vida pública, este antiguo colaborador de Pastora, sobrevivió a la bomba que la primera dictadura sandinista mandó a detonar en una conferencia de prensa de los guerrilleros antisandinistas en el Río San Juan.

5/6/19 Reproducciones del hecho tragico de La Penca para La Revista Dominical. Repro Jorge Castillo

El atentado terrorista fue el 30 de mayo de 1984, aproximadamente a las 7:00 de la tarde y ocurrió en un campamento guerrillero en el sitio denominado La Penca, una antigua comarca pantanosa del lado nicaragüense del río.

El objetivo de la conferencia de Edén Pastora

De acuerdo con la memoria del exguerrillero, un sobrino del “Comandante Cero”, Orión Pastora, vocero de ARDE en San José, había convocado a la conferencia 24 horas antes por medio de llamadas telefónicas a los medios costarricenses y agencias de prensa internacional.
Recuerda que Costa Rica, que acababa de declarar internacionalmente su neutralidad en el conflicto de Nicaragua, prohibió a Pastora dar conferencias de prensa en territorio tico para no comprometer al país en su búsqueda de un acuerdo de paz regional.

De acuerdo con el veterano guerrillero, muchas cosas estaban pasando en el ámbito internacional que afectaba la lucha de “Cero” contra los sandinistas. ARDE había tomado ese mes el pueblo de San Juan del Norte y bombardeado posiciones sandinistas en el sur de Nicaragua y el ejército sandinista, atacó con aviación y fuerzas naval las posiciones de Pastora en el sur y provocaron una masacre de civiles, guerrilleros e indígenas, mientras cientos de pobladores huyeron a Costa Rica.

“Estados Unidos estaba presionando para que Edén Pastora se integrara a la dirigencia de la Contra que operaba en el Norte, pero Cero, decía que esos eran somocistas y él era sandinista, y no estaba dispuesto a ceder”, dice el exguerrillero.

Nadie esperaba que los sandinistas atacaran a periodistas

“Ya la CIA estaba afectando el suministro de armas; Costa Rica quería expulsar a Pastora por diplomacia y había fuerzas políticas desde Washington que consideraban que el liderazgo de Pastora, no estaba provocando los efectos deseados a los sandinistas. Habían invertido mucho dinero en la guerra y Pastora no estaba ganando, al contrario, estaba teniendo muchas bajas”, recuerda desde Estados Unidos.


Así que Pastora, que planeaba viajar a Venezuela en los próximos días a buscar nuevas fuentes de financiamiento, convocó a la prensa para denunciar las presiones de la CIA y San José contra ARDE. Aquella noche de miércoles, unos 23 periodistas costarricenses y corresponsales de prensa extranjera partieron de San José en caravana a San Carlos y de ahí a Boca Tapada, donde zarparon en cayucos a La Penca.

“No estaba en los planes de nadie que atacaran a los periodistas. Nadie lo esperaba, no creíamos que fueran capaces de eso”, dice el sobreviviente. “Teníamos dos anillos de seguridad en un área de hasta cinco kilómetros alrededor de la base de La Penca: uno tierra adentro de Nicaragua y otro a lo largo de la ribera del río en las márgenes sur y norte del río.

“Los periodistas llegaron y Pastora los recibió; acordaron que iban a entrevistarlo al día siguiente porque necesitaban mejor luz y Edén iba explicar unas operaciones con un mapa, pero algunos reporteros empezaron a preguntarle cosas y de pronto se armó una rueda”, recuerda.

Pastora denunciaría masacre de comunidades civiles del FSLN

Dice que él y otros guerrilleros, estaban fuera de la cabaña haciendo posta, pero que un jefe de tropas le hizo seña para que le llevara un documento que “Cero” iba a mostrar y el mapa de operaciones donde los sandinistas habían provocado una masacre unos días antes.


“Yo fui a traer los papeles en una champa a unos 12 metros, en una mochila y ya iba entrando cuando explotó la bomba”, recuerda. Contó que primero detonó una explosión sorda que iluminó todo el perímetro y levantó techo en una columna roja hacia el cielo.

Luego despertó con quemaduras y heridas de esquirlas en el cuerpo mientras iba siendo jalado para montarlo en una panga que lo llevaría a San Carlos. “Me ardía todo, como si tuviera despellejado todo el cuerpo y me hubiera echado alcohol. Luego vi que había cuerpos alrededor de la base, heridos y lamentos por todos lados y me di cuenta de que el jefe (Cero) iba bien fregado, pero vivo aún”, relató.

Los periodistas víctimas del atentado terrorista del FSLN
Esa vez murieron ocho personas, incluyendo tres periodistas:

● Jorge Quirós – periodista costarricense.
● Leónidas Martínez – camarógrafo costarricense.
● Linda Frazier – periodista estadounidense, corresponsal del periódico The
Tico Times en Costa Rica.
También fueron asesinados cinco guerrilleros; más de 22 personas resultaron gravemente heridas y fue el principio del fin de ARDE, que solo dos años después, se desarticuló como fuerza guerrillera.

Una investigación de una comisión especial de Costa Rica, más revelaciones décadas después del atentado, revelan que el atentado de La Penca fue un atentado terrorista planificado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional.

Según el Instituto de Estudios Internacionales y de Seguridad (IUA), el principal autor del atentado fue el argentino Vital Roberto Gaguine, un revolucionario de extrema izquierda que operó bajo la identidad falsa de Per Anker Hansen, un supuesto periodista danés.

El IUA, aunque recoge otras teorías sobre la autoría del atentado, considera a Gaguine y a la extrema izquierda argentina, colaboradora del sandinismo, como responsables del ataque en La Penca. Gaguine, según los informes, fue llevado a La Penca por el periodista sueco Peter Torbiörnsson, quien más tarde admitió en Nicaragua haber llevado al supuesto autor del atentado a La Penca, donde le perdió el rastro tras el bombazo.

Tomás Borge y el FSLN detrás del crimen

Jorge Masetti, quien fue responsable de la seguridad del Estado del régimen sandinista, afirmó años después que “el operativo se realizó bajo la dirección de Lenin Cerna, jefe de inteligencia, Renán Montero y Tomás Borge, exministro del Interior y director de la Seguridad del Estado del sandinismo”.


En su documental de 2010 denominado “El último capítulo”, Torbiörnsson también acusa a Borge de ser el causante del atentado, aunque Borge replicó que Torbiörnsson fue “cómplice con su silencio”.

Vital Roberto Gaguine, el autor del atentado supuestamente murió en el asalto a La Tablada, Argentina, en 1989, pero no aparece en la lista de muertos del Departamento de Interpol ni de la Policía Federal Argentina, lo cual llevó a que se dicte una orden de captura internacional contra él, vigente hoy en día, con fines de extradición.

El atentado tuvo profundas repercusiones, no solo por la violencia y las muertes que causó, sino también por las revelaciones posteriores sobre las implicaciones de diversos actores internacionales. Edén Pastora, en declaraciones de 2011 ya como funcionario de la segunda dictadura sandinista, acusó a Torbiörnsson de ser “parte de un comando terrorista bajo el mando de la CIA” y exoneró al FSLN de la acción terrorista.

El atentado de La Penca dejó una marca indeleble en la historia de Nicaragua y Costa Rica, que condujo a la proclamación del Día Nacional de los Periodistas costarricenses.
Desde el año 2010, cada 30 de mayo se celebra el Día Nacional del Periodista en honor a los periodistas costarricenses y otros comunicadores que perdieron la vida o resultaron heridos en el atentado organizado por el FSLN.

periodista sueco Peter Torbiörnsson,

Cada año, el Día Nacional de los Periodistas se celebra con diversos actos conmemorativos, incluyendo ceremonias oficiales, charlas y seminarios sobre el papel del periodismo en la sociedad y la importancia de proteger la libertad de prensa. Esta celebración sirve como un recordatorio del valor del periodismo independiente y la necesidad de defender los derechos de los comunicadores en todo el mundo.

La otra masacre del 30 de mayo de 2018
34 años después del atentado terrorista de La Penca, el FSLN volvió a provocar otro baño de sangre un 30 de mayo en Nicaragua, cuando se celebraba el día de las madres nicaragüenses en medio de una brutal represión.

Ese día, después de 43 días de protestas sociales en todo el país, se registraban más de 60 personas asesinadas por disparos de policías leales a la familia dictatorial Ortega-Murillo y paramilitares organizados por el régimen, con el respaldo y asesoría del Ejército sandinista.
Según cálculos de diversas organizaciones, cerca de medio millón de nicaragüenses salieron a marchar ese día exigiendo el fin de la represión y demandando justicia por las masacres de las fuerzas de seguridad sandinistas. Ese día 19 personas fueron asesinadas, ocho de ellas en Managua, siete en Estelí y una en Masaya.

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