Rendell Hebbert López, del pueblo Ulwa, creció escuchando el sonido del agua y los árboles. Desde joven entendió que cuidar el territorio era cuidar la vida misma.
Hoy vive en el exilio, lejos de su comunidad y de su familia, por haber defendido su tierra y alzado la voz contra la injusticia.
Su historia refleja la de muchos que resisten frente a la violencia y el despojo. Desde 2012, 105 Mayangnas y Miskitos han sido asesinados, miles han sido forzados a abandonar sus comunidades y 12 líderes y guardabosques permanecen presos por motivos políticos.
Rendell no ha dejado de alzar su voz por la verdad y la justicia para los pueblos originarios de Nicaragua.
➡️ vía: Monitoreo Azul Y Blanco