Ejército sandinista es un ente económico de la dictadura que se beneficia del DR-CAFTA
Se benefician de contratos que le permiten producir y suministrar bienes y servicios, lo que no solo apoya sus operaciones, sino que también contribuye a un sistema que perpetúa la represión y la violación de derechos humanos.

Las ganancias obtenidas por el ejército a través de estos contratos se reinvierten en un régimen que oprime a la población. Esto sugiere una conexión directa entre la economía generada por el CAFTA-DR y la capacidad del ejército para mantener su poder.
Durante las protestas de 2018, se documentaron graves violaciones a los derechos humanos, lo que indica que el ejército no solo se beneficia económicamente, sino que también juega un papel activo en la represión de la disidencia.
La inacción del ejército ante los abusos y su colaboración con grupos parapoliciales refuerzan la idea de que el ejército no solo es un actor pasivo, sino que está involucrado en la protección de violadores de derechos humanos.
La mención de organismos internacionales como la CIDH, la ONU y Amnistía Internacional resalta la atención global sobre la situación en Nicaragua, lo que podría tener repercusiones en la política internacional y en la percepción del régimen nicaragüense.
El DR-CAFTA no solo tiene implicaciones económicas, sino que también está siendo utilizado de ganancias del régimen para un contexto de represión y violaciones de derechos humanos en Nicaragua, donde el ejército juega un papel central en la perpetuación de este sistema.