Todo fue en silencio,  como una conspiración. Después “estallaron” y desde entonces, no ha habido contención. Las familias se citaron en casa, unos con refrescos, comidas tragos y “algo para picar”. También tenían guardadas las triquitraques y cargacerradas cómo normalmente se hace mientras se espera a la medianoche de Navidad o Año Nuevo, aunque el tema esta vez, era Miss Universo.

Este lunes les cuesta volver a la realidad pesada de cada día en un país donde desde hace cinco años no se puede ondear la bandera azul y blanco de la patria, cantar el Himno Nacional o gritar vivas al país. Vienen de un fin de semana en el que desafiaron la prohibición y con un motivo que no permite debate: una nicaragüense es desde el sábado último; Miss Universo. Sheynnis Palacios Cornejo, una beldad caraceña de 23 años, dio al país esa histórica alegría.

En Managua no solo lo vivieron. Lo gozaron. Fue cada momento de “puro infarto”, dice Carlota una capitalina de 23 años habitante del barrio Cuba. Contó para este reporte, que no paró ni un instante de publicar y consumir lo que se decía en redes sociales sobre el avance de la concursante de casa.  “Me va a dar un infarto, no aguanto, Nicaragua en el top 20, fue la primera en ser llamada”, le comentó a una prima que desde fuera del país, también seguía la competencia.

José de 25 años que ha vivido toda su vida en el populoso Reparto Schick, sacó su bandera azul y blanco y se fue a las calles. No le importó lo que podría pasarle. “Ya estaba en el top 10, ya nadie la iba a parar”, dijo difónico de tanto gritar. “No lo puedo creer, después de lo mal que nos va, algo bueno pasa”, comparte junto a su novia. Ella lo desconocía y a ratos, entraba en celos, pero recordó que la candidata no era de nadie, sino de todos. “Pero ni yo estoy tan emocionada cómo el, pero bueno, es la nica ¡Viva!”, gritó también.

De pronto todo el mundo se autoconvocó y dejaron las redes para irse a las calles como alguna vez lo hicieron hace cinco años contra el régimen que los oprime. “Esto no es política, sí, esto es nuestra reina, una mujer bella que se merece esto y más”, dijo un acompañante de la pareja.

De toda Managua

Magdalena, una mujer de 45 años habitante del barrio La Fuente, dejó su también casa y salió en en compañía de su esposo, hijos, yernos y nueras para celebrar bajo cielo abierto la corona de la reina caraceña. “Que Dios bendiga a la muchacha”, dijo visiblemente emocionada.

Doña Socorro, una señora de 67 años, habitante del barrio El Recreo, no pudo contener las lágrimas. “Ya era hora de algo bueno en este país”, dijo. De fondo se oía a su nieta insistir en que debían irse al Paso a Desnivel del 7 Sur, donde ya había bastante gente que celebraba la corona.

De la mano de de los capitalinos, decenas los globos de color azul y blanco volvieron a conocer el cielo de Managua. En la capital la gente se concentró en el Puente a Desnivel Rubenia, Rotonda Metrocentro, Barrio La Fuente y barrios cercanos a la rotonda Cristo Rey, Carretera Norte, Carretera a Masaya, Rotonda Centroamérica, Monumento “Alexis Arguello”, Plaza La Fe y claro los bares más concurridos de la capital en el sector de Altamira y  Bello Horizonte. De pronto fue imposible movilizarse en Managua; las caravanas vehiculares, sonidos de altos parlantes y sus bocinas, gobernaron el desorden y la algarabía.

En la Gran Sultana y Masaya

Pero eso no solo pasó en Managua. En Granada, el patrón fue el mismo. Primero las familias se reunieron en casa para seguir de cerca la transmisión de la 72 edición del certamen de Miss Universo 2023 realizada en El Salvador. Los gritos se oían en cada cuadra, no más se mencionaba el nombre de Sheynnis Palacios.

También se lanzaron a recorrer las calles en vehículos, motocicletas y vehículos y cada quien con su bandera en mano. En esta ciudad, los motociclistas fueron los primeros en salir a recorrer las principales avenidas y calles. Repentinamente eran caravanas interminables y sorprendentemente, sin policías ni que los custodiara, ni que las evitara.

Masaya también se unió a la celebración de su reina.  Aquí, los masayas que saben mucho de creatividad celebraron al son de filarmónicos, gritos y bocinas con una gigantesca caravana vehicular que recorrió sus principales calles. Antes de irse El Salvador, la hermosa beldad caraceña era recordada por su impecable estilo y actitud de reina, además de su imponente carácter y seguridad en el escenario, se ganó el corazón de miles de masayas que se reunieron en sus casas, restaurantes y bares, para disfrutar de la noche que trajo consigo una diadema de 48.12 quilates de diamantes y 108.44 quilates de zafiros.

Con su picardía y buen sentido fiestero, la Cuna del Folclore nicaragüense festejó a la nueva reina con una alegre caravana de motos y carros de más de 10 cuadras de distancia que recorrió las principales avenidas desde el parque central, la rotonda San Jerónimo, el barrio San Miguel, entre otras; además de cientos de masayas que se concentraron en las diferentes discotecas y bares. En las calles los chicheros no dejaron dormir a nadie, aunque nadie estaba dispuesto a intentarlo.

Católicos celebran y en Rivas también  

En este departamento, la celebración continuó este domingo 19 de noviembre, cuando las parroquias de Masaya también se congraciaron con la coronación de la belleza nicaragüense y destacaron el esfuerzo de Sheynnis Palacios en Miss Universo. “Hoy nosotros los nicaragüenses estamos muy contentos, hoy tenemos un orgullo nacional (…) una muchacha muy inteligente que sobre todo a deslumbrado por su humildad (y) ha llevado el nombre de Nicaragua en alto, y de todas las mujeres de este país”, dijo el sacerdote Juan José Ortiz, de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Ticuantepe, de la zona pastoral de Masaya.

Asimismo, el padre Ramón López, de la parroquia San Miguel Arcángel, reconoció este domingo al finalizar la misa de las 11:00 de la mañana que la noche anterior los masayas se reunieron para celebrar a Miss Universo. El religioso invitó a la feligresía católica a festejar a Cristo Rey del Universo, el próximo domingo 26 de noviembre, así como los nicaragüenses “festejamos a la nueva reina universal”.

En el departamento de Rivas la fiesta fue igual. Comenzó en casa, bajo techo de bares y restaurantes y terminó en las calles de esta ciudad. El bullicio de la algarabía podía escucharse en todos los bares abiertos a esa hora del sábado.  

Cantaron sones nicas y los bailaron. Minutos después de la coronación se tomaron las calles, y siguió otra interminable caravana de vehículos que solo calló hasta las primeras horas de la mañana del domingo.

Occidente “revienta”

Los billares “Rabadilla”, ubicados en el casco urbano chinandegano, fue el escenario desde donde una multitud celebró a la nueva reina. Todo comenzó cerca de las 10:00 de la noche, los bares y restaurantes que suelen llenarse con juegos de fútbol, esta vez era por Miss Universo.

El lugar es conocido por “feroces justas” de juegos de billar. Pero las bolas y los tacos quedaron tendidos en las mesas para seguir el paso a paso del certamen. Artistas del tiro de bandas, pasaron a ser sublimes críticos de vestidos de noche, lentejuelas y pasos para modelar.              

Sheynnis los sobrepasó. Cuando anunciaron su corona, el lugar quedó desolado, todos se fueron a recorrer las calles, a gritarles vivas al país y ondear banderas de color azul y blanco. Todo Chinandega fue un mar de gente, alegre y unida por un sentimiento común: “de aquí, de este país, es la reina del universo”, decían. “Pinolera por gracia de Dios”, agregaban en coro.              

El punto que más gente concentró fue la rotonda ubicada a la entrada de la ciudad de Chinandega y algunas gasolineras. Espontáneamente camionetas, vehículos livianos y motocicletas se unieron a un recorrido que nadie anunció, a la que nadie invitó, pero que todos se sentían con derecho a hacerlo.  

“¡Viva Nicaragua, ¡Nicaragua!, ¡Viva Sheynnis! ¡Sí, se pudo!”, coreaban desde los vehículos. Mientras en municipios como Corinto y Chichigalpa, quemaron juegos de pólvora.  “No lo puedo creer, nunca me imaginé vivir esto”, dijo Josefa, una docente rural que no se perdió un solo segundo de la transmisión que este país tampoco olvidará jamás.  “Nos sentimos tan chiquitos, nos ha pasado de todo, esto nunca lo creí posible”, dijo entre lágrimas la maestra.

Mientras respondía a nuestras preguntas, la profesora recibió una videollamada de  su hija mayor que vive en Estados Unidos desde el año pasado. Como si no hubiera distancia entre ellas, hablaron “largo y tendido” sobre los detalles del certamen que ni una, ni la otra se perdieron en tiempo real.  

Un “rugido” por Shennys en León

“Una mujer inteligente, humilde, con carisma, delicada y fuerte”, así describieron las leonesas a Sheynnis Palacios Cornejo, la nueva Miss Universo. Los leoneses acostumbrados a tomarse las calles con triunfos de béisbol, esa noche vitoreaban a una caraceña que ganó una corona como la más bella del planeta.

Hubo quienes la recordaron en esta ciudad cuando visitó a la Inmaculada Concepción de María en esta ciudad, antes de partir a El Salvador.  “Nos merecíamos una reina, nos llena de alegría y orgullo”, opinó doña Thelma Ruiz, quien salió con su bandera azul y blanco para unirse a la caravana que recorrió las calles de la ciudad universitaria.  

“Estoy súper feliz de tener una reina que ha brillado en el escenario y ha dejado en alto al país con gracia y elegancia, un logro que inspira a más jóvenes”,  manifestó.

En el centro histórico de la ciudad, en los bares y discotecas ya no cabía ni un alma. “Tenemos un lleno total. Ojalá y todos los días hubiera coronación”, celebró en carcajadas el propietario de uno de ellos. “Es una emoción sin nombre oír el nombre de mi patria en boca de gente internacional,  esta niña preciosa se nos robó más que el corazón”, comentó la leonesa Yohana Reyes, del Barrio Guadalupe.

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