Estoy profundamente entristecido e indignado por el reciente ataque orquestado por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra los Jesuitas. Es descorazonador presenciar una flagrante falta de respeto por los derechos humanos y los principios de la libertad religiosa.
La noticia de la orden del régimen de tomar posesión de la residencia de los sacerdotes Jesuitas en la UCA, Villa del Carmen, y posteriormente expulsarlos es una clara muestra de autoritarismo y opresión. Estas figuras religiosas, dedicadas a servir a su comunidad y promover la educación, se vieron obligadas a retirarse y buscar refugio en la comunidad de San Ignacio del Colegio Centroamérica (CCA) en Managua.
Este ataque se suma a la reciente confiscación de la UCA y no solo viola la santidad de los espacios religiosos, sino que también socava los valores fundamentales de la libertad de expresión, asociación y la búsqueda del conocimiento. La comunidad Jesuita ha sido un pilar de iluminación, abogando por la justicia social y brindando valiosas oportunidades educativas a innumerables personas.
A través de su compromiso con la educación y la transformación social, los Jesuitas han desempeñado un papel crucial en la formación de las mentes y los corazones de la sociedad nicaragüense. Su expulsión es una pérdida trágica para el país, privando a los estudiantes y a la comunidad en general de su sabiduría, orientación y apoyo.
No olvidemos que los Jesuitas tienen una larga historia de promoción del diálogo, la reconciliación y la búsqueda de la verdad. Su dedicación para fomentar una sociedad más inclusiva y compasiva ha sido una inspiración para muchos. Debemos solidarizarnos con ellos y condenar las acciones injustas del régimen Ortega-Murillo.
Es esencial que la comunidad internacional levante su voz contra este ataque a los Jesuitas y exija responsabilidad por la violación de sus derechos. Este tipo de acciones de la dictadura debe ser abordado con la máxima atención por la comunidad internacional, activando mecanismos de severa respuesta ante lo que es el ataque más brutal contra la libertad de culto y la historia reciente de Nicaragua.
Félix Maradiaga
Fundación para la Libertad de Nicaragua
Presidente y fundador
#IglesiaPerseguidaNicaragua